Intervención en el ciclo de lectura de la Biblioteca del Campo Freudiano de Tarragona, a propósito de "Los complejos familiares" de Jacques Lacan, el 22 de febrero de 2021
Un texto precursor
Se trata de un texto de 1938, publicado bajo el título “La familia” en la Encyclopédie française. Una edición en español fue publicada por Argonauta con el mismo título en 1978. La edición publicada de este texto en 1984 por Navarin, según la nota firmada por Jacques-Alain Miller que le acompaña, restituye el título original dado por Lacan, “Los complejos familiares en la formación del individuo”; así como la continuidad del texto que había sido interrumpido por subtítulos.
Este texto no fue incluido en los Escritos por iniciativa del editor por considerarlo demasiado largo. Finalmente, este texto fue incluido en los Otros escritos en 2001.
Para contextualizar el texto. Se trata, por esa fecha, de la práctica de un joven psiquiatra y un joven psicoanalista. En 1934 había ingresado en la Sociedad Psicoanalítica de París, mientras que por otro lado asistiría a los seminarios de Kojeve sobre la “Introducción a la fenomenología del espíritu” de Hegel entre 1933 y 1939.
En la producción de Lacan tenemos hasta ese momento la tesis de 1932, con su investigación sobre la paranoia, "El estadio del espejo como formador de la función del yo" de 1936 y algunos trabajos más, como el de “Más allá del principio de realidad”, también de 1936.
Una orientación de lectura la tenemos a partir de dos lecciones del curso de La orientación lacaniana de Jacques-Alain Miller, del 7 y 14 de marzo de 1984, que están publicadas en Freudiana 47, con el título “Lectura crítica a los ‘Complejos familiares’ de Jacques Lacan”. En esta línea nos dice que sólo se puede leer este texto de manera retrospectiva, como precursor de la enseñanza de Lacan.
En 1938, este texto era una síntesis de la teoría del desarrollo psíquico y un compendio de la clínica freudiana. Estos dos ejes constituyen las dos partes en las que está dividido del texto. La clave del desarrollo y de la psicopatología está en el concepto del complejo, que es un factor de la cultura opuesto al instinto, y tiene desde esta perspectiva un estatuto significativo y opera como una preestructura inconsciente. Hay que señalar, pues, que es un Lacan anterior al estructuralismo, donde su aparato conceptual en ese momento hay que tener presente que le falta el concepto de lo simbólico, y en lugar del Otro aparece el factor cultural.
Luego, el complejo tiene dos rasgos: la fijación a una etapa del desarrollo y repetición de una pauta inadecuada. Estará presente la distinción entre el yo y el sujeto y la función paterna, que no se deduce de la naturaleza.
La institución familiar.
Al inicio del texto, en la Introducción, parte del tema de la familia que considera un fenómeno de generación, relativo a la vida, y existe tanto en el animal como en el hombre.
La familia aparece en primer lugar como un grupo natural de individuos unidos por una doble relación biológica: la generación, que aporta los componentes del grupo; las condiciones del medio que el desarrollo de los jóvenes postula y mantienen el grupo en la medida en que los adultos progenitores aseguren tal función. (p. 33)
Si bien se puede aislar ya la familia en el animal a partir de la generación, la procreación y la necesidad de que los individuos adultos mantengan un medio de sostén para los jóvenes, lo social en la familia humana es diferente de lo estrictamente natural.
En efecto, cuando pasa a considerar al hombre, le caracteriza de entrada por el desarrollo de las relaciones sociales.
"La especie humana se caracteriza por un desarrollo singular de las relaciones sociales, sostenidas en capacidades excepcionales de comunicación mental, y correlativamente por una economía paradójica de los instintos, que se muestran esencialmente susceptibles de conversión y de inversión, y no tienen efecto aislable más que de forma esporádica. Comportamientos adaptativos de una variedad infinita están de este modo permitidos. Su conservación y su progreso, al depender de su comunicación, son ante todo obra colectiva y constituyen la cultura." (p. 33)
Por un lado, va a subrayar, tomando apoyo en la observación y la experiencia de la psicología y la antropología de la época, lo abusivo de considerar un puro instinto natural en el hombre. Si bien en el animal vemos un elemento social que no es estrictamente natural, en el caso del hombre toma una dimensión específica que pone de relieve la instancia de la cultura.
Como subraya Miller, antes que Lévy-Strauss introdujera “Las relaciones elementales del parentesco”, para Lacan el factor cultural implica un salto que no se puede deducir de la naturaleza, hasta el punto que ésta, la naturaleza, está modificada por aquella, la cultura.
Por otro lado, a nivel del instinto hay una economía paradójica. Pone ahí el ejemplo de la función paterna, como función que no puede deducirse de la naturaleza:
"(…) basta con reflexionar sobre aquello que el sentimiento de la paternidad debe a los postulados espirituales que han marcado su desarrollo, para comprender que en este dominio las instancias culturales dominan a las naturales, hasta tal punto que no pueden considerarse paradójicos los casos en que, como en la adopción, las sustituyen. (p. 35)Los modos de organización de esta autoridad familiar, las leyes de su transmisión, los conceptos de la descendencia y del parentesco que le son conexos, las leyes de la herencia y de la sucesión que se combinan con ellos y, finalmente, sus íntimas relaciones con las leyes del matrimonio se oscurecen al enredarse con relaciones psicológicas." (p. 35)
En resumen, Lacan rechaza las teorías puramente hipotéticas de la familia primitiva, vengan de una supuesta promiscuidad observable en los animales, o de los defensores de la institución familiar considerada como célula social. Pone en valor los estudios comparados de la etnografía, de la historia, del derecho y de la estadística social. Cuando se trata de la forma familiar moderna existente, la relativiza y establece que la familia es una institución:
"El grupo reducido que constituye la familia moderna no parece, en efecto, cuando se lo examina, una simplificación sino más bien una contracción de la institución familiar. Muestra una estructura profundamente compleja, (…) que ha sufrido una profunda remodelación, al mismo tiempo que es preciso atribuirla a la influencia predominante que adquiere aquí el matrimonia, institución que se debe distinguir de la familia." (p. 37)
Tal como lo señala Miller, en este recorrido, “la idea esencial es que en el hombre no se encuentra la necesidad y el instinto natural, sino que éstos aparecen modificados en una dimensión distinta, cultural. Por supuesto, no se trata todavía a partir del Otro con mayúscula, pero lo que aquí se llama factor cultural puede decirse que está en el lugar de lo simbólico.
El concepto de complejo
"(…) “la familia como objeto y circunstancia psíquica”, no objetiva nunca instintos sino siempre complejos." (p. 37)
Esto es, la familia debe ser comprendida como orden de realidad de las relaciones sociales, al mismo tiempo que, entre todos los grupos humanos, rige los procesos fundamentales del desarrollo psíquico. En oposición al instinto, el concepto de complejo es la clave de una teoría del desarrollo y de la psicopatología, cuyo carácter esencial es estar condicionado por factores culturales en detrimento de los factores naturales.
Lacan intenta definir el complejo, a la vez, como una forma y como una actividad. Por una parte, como una forma que se impone en el desarrollo al fijar una realidad determinada: el complejo representa así, con una forma fija, cierta realidad del desarrollo. Y, por otra parte, como una actividad que incita a repetir algunos comportamientos y emociones vividas, cada vez que se producen ciertas experiencias.
Lo que define al complejo es el hecho de que reproduce cierta realidad del ambiente, y ello doblemente:
"Su forma representa esta realidad en lo que tiene de objetivamente distinta en una etapa dada del desarrollo psíquico; esta etapa especifica su génesis.Su actividad repite en lo vivido la realidad así fijada, cada vez que se producen ciertas experiencias que exigirían una objetivación superior de esa misma realidad; tales experiencias especifican el condicionamiento del complejo." (p. 38)
¿A qué se refiere con objetivación del complejo? La lectura de Miller lo esclarece: sobre el fondo de “La fenomenología del espíritu” de Hegel, cuando Lacan emplea el término de objetivación lo hace con la noción de que las formas de objetivación se suceden mediante conflictos y se resuelven a través de las crisis.
El complejo se caracteriza por la repetición de la realidad fijada, en lugar de una objetivación superior de la realidad. A continuación, Lacan pone el acento en el hecho de que toda identificación objetiva exige ser comunicada -esto llama al concepto de simbolización.
Lo que proporciona el punto de apoyo para la reapertura del inconsciente es esta antítesis entre el instinto y el complejo que permite oponer, por un lado, el complejo como conocimiento -este complejo tiene evidentemente un estatuto significante y, por otro, el conocimiento con la connaturalidad del instinto; oponer el carácter típico socialmente del complejo a la tipicidad en la especie del instinto; y finalmente, oponer el estancamiento propio del complejo a la rigidez del instinto. La conjunción de todo esto revela que el psiquismo del hombre no puede definirse de ningún modo a partir de la adaptación vital.
"Referir tanto este estancamiento en el complejo como esta rigidez en el instinto únicamente a los postulados de la adaptación vital, disfraz mecanicista del finalismo, es condenarse a convertirlos en enigmas." (p.39)
Luego viene la referencia a Freud, como aquel que indudablemente fue el primero en aportar este concepto, como factor esencialmente inconsciente que se revela como “la causa de efectos psíquicos no dirigidos por la conciencia, actos fallidos, sueños, síntomas” (p. 39).
En la lectura de Miller, “Tenemos ahí listo lo que más tarde llamará las formaciones del inconsciente, aisladas en su secuencia, y este complejo radicalmente no instintivo, cultural, basado en un nivel de objetivación -la objetivación que reposa en la comunicación y que Freud sitúa como causa de efectos no dirigidos por la conciencia. Tenemos también listo lo que, en un salto, posibilitará el estructuralismo y el inconsciente estructurado como un lenguaje”.
Lacan planteará una secuencia del desarrollo en tres estadios: el destete, la intrusión y el Edipo. Como lo subraya Miller, la referencia freudiana al estadio anal está ausente. Sin embargo, está la idea que estas escansiones no encuentran su sentido sino retroactivamente al alcanzar el Edipo. (p. 43). “En su texto sobre la psicosis, Lacan escribirá que el desarrollo, aunque tenga su lugar en psicoanálisis, no encuentra su significación más que en la retroacción del Edipo, a saber, que no hay que tratar las pérdidas anteriores sólo como puros daños narcisistas, sino que ellas se ordenan, toman su valor analítico, a partir de la castración”.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada